DISFRACES Y ACCESORIOS

Cada vez que un niño se disfraza está adquiriendo sin darse cuenta una serie de conocimientos, imprescindibles para la vida adulta. Enfundados en su disfraz, los niños ponen en marcha su capacidad para imaginar, introducir normas sociales o interpretar el rol de otro personaje, entre muchas otras cualidades.

El disfraz es un valioso instrumento para transmitir conocimientos, información y normas a los niños. Desde el punto de vista social, el juego con disfraces estimula la interacción y amplía nuevas formas de comunicación.

También contribuye al desarrollo de la identidad y de la conciencia moral; y, favorece el autocontrol y la conciencia personal (imagen del Yo). Además, el juego con disfraces promueve la cooperación entre iguales, la identificación con el modelo adulto y el descubrimiento de la vida social adulta y sus reglas.